Hola, me llamo Jaime y soy psicólogo clínico, especializado en psicología infantil y juvenil. Me gustaría compartir con vosotros mi historia y mi pasión por la psicología y por ayudar a los demás a vencer sus miedos y fobias, superar las dificultades y afrontar los problemas que a tod@s nos acosan a diario.
Desde pequeño me interesé por el comportamiento humano y por entender cómo funcionan las emociones, los pensamientos y las relaciones. Siempre me gustó escuchar a las personas, ofrecerles apoyo y consejo, y ver cómo podían mejorar su bienestar y su calidad de vida.
Cuando terminé el bachillerato, no tuve dudas de que quería estudiar psicología. Me apasionaba la idea de poder ayudar a niños y jóvenes que lo necesitaran, que estuvieran pasando por situaciones difíciles o que tuvieran algún trastorno o problema psicológico.
Durante la carrera aprendí mucho sobre las diferentes áreas de la psicología, pero me sentí especialmente atraído por la psicología clínica y la terapia cognitivo-conductual. Me parecía una forma muy eficaz y práctica de intervenir con los pacientes, enseñándoles estrategias y herramientas para cambiar sus pensamientos y comportamientos negativos, y para potenciar sus fortalezas y recursos personales.
Después de licenciarme, decidí especializarme en psicología clínica infantil y juvenil, ya que me parecía un campo muy importante y gratificante. Los niños y los jóvenes son el futuro de nuestra sociedad, y creo que merecen toda nuestra atención y cuidado. Además, me encanta trabajar con ellos, porque son muy sinceros, curiosos y divertidos.
Estoy colegiado en el Colegio oficial de la psicología de Madrid con nº de colegiado M-23045 y acreditación en Psicología Educativa (Nacional).
Desde hace más de 15 años trabajo como psicólogo clínico en mi propia consulta, donde atiendo a niños y jóvenes con diferentes problemas o dificultades: ansiedad, depresión, baja autoestima, estrés, acoso escolar, fobias, trastornos de alimentación, etc. Mi objetivo es ayudarles a superar sus miedos y fobias, a enfrentarse a sus problemas con confianza y optimismo, y a desarrollar su potencial personal y social.
Me siento muy orgulloso de mi profesión y de mi trabajo. Cada día es un reto y una oportunidad de aprender algo nuevo. Me encanta ver cómo mis pacientes progresan y mejoran su situación. Me emociona escuchar sus testimonios y sus agradecimientos. Y me llena de satisfacción saber que estoy contribuyendo a hacer un mundo mejor.
La psicología es mi pasión y mi vocación. No me imagino haciendo otra cosa. Espero poder seguir ejerciendo esta maravillosa profesión durante muchos años más, y seguir ayudando a tantas personas como pueda.